Cientos de personas asistieron por la mañana al
campamento instalado en la zona de La Rueda Unos 70 vecinos, vestidos
de cristianos y moriscos, mostraron oficios civiles y militares y
como era la vida en 1570
Padules volvió al
siglo XVI con la Recreación de la Paz de las Alpujarras, que contó
con la participación de un gran número de vecinos que se vistieron
de cristianos y moriscos para hacer una recreación histórica.
En la zona conocida como la Rueda, se instaló un campamento donde se mostró como era la vida cotidiana. Se mostraron oficios civiles y militares, como se confeccionaba una cota de maya y la evolución de la indumentaria de batalla.
Además, se preparó un taller de esgrima, y el público que se dio cita en Padules pudo conocer los trabajos de fragua, herrería, curtido de piel y como se cocinaba en la época, con fuego y cacharros de verdad. En definitiva los vecinos de Padules en colaboración con el grupo de recreación histórica Ante Bellum mostraron a los visitantes como era la vida diaria de un campamento y sus moradores en el momento histórico que se recreaba.
Paco el de Montse y Mariano El Peralta vestidos de moriscos estuvieron paseando con dos burros a varios grupos de niños, por la zona de la Rueda. Mientras, el historiador, especialista en sastrería histórica, responsable del taller de indumentaria histórica y asesor del proyecto, Francisco Martínez Botella daba todo tipo de nociones y prácticas para llevar a cabo la indumentaria que portaban los 70 vecinos que participaron en este proyecto.
Antonio Gutiérrez, alcalde de Padules se mostraba muy satisfecho de la masiva asistencia de personas a esta actividad que se ambientaba en el mes de mayo de 1570, fecha en la que fue el escenario de la firma de Las Paces entre el Rey y los moriscos alpujarreños. Don Juan de Austria, en representación de su hermano, Felipe II y el general Hernando 'El Habaquí' acordaron poner fin a la guerra que causó tanto dolor en esta tierra.
Gutiérrez también agradeció a los restaurantes de Padules el esfuerzo realizado durante meses para preparar una serie de platos con recetas originales del siglo XVI. "Se han preparado productos y comidas típicas de aquella época después de haber sido asesorados por historiadores. No se puede utilizar la patata y hay que fomentar la miel y las especias".
La Rueda también era conocida como La Moralea, porque en aquel tiempo estaba la zona llena de moreras. Gutiérrez explicaba que "mucha gente vivía en aquella época de la seda. Unos historiadores comentaron que cuando llega Don Juan de Austria la seda que se producía tenía un brillo especial y muy buena. Mando cortar las moreras para arruinar la zona. Luego se repobló con otras moreras pero ya no fue nada igual".
Paca Muñoz ofrecía ayer en uno de los puestos del campamento, naranjas, limones y albaricoques y habichuelas que se secaban y se hacían las correas para hacer potajes y los pimientos secos, tradición que todavía se conserva.
Alejandro, Pepe y Alejandro prepararon ayer un plato del siglo XVI, concretamente cordero a la miel. Francisco preparaba una vaina para una espada, trabajando un cuero tratado con cera de abeja. Mientras, Manuel Bueno y su hijo Juan Bueno mostraban muchos utensilios de labranza y del campo. "Hace unos años tuve que vender 150 colmenas después de muchos años dedicado a la apicultura", confesaba Manuel Bueno.
Aquí os dejamos algunas de las imágenes del momento:
En la zona conocida como la Rueda, se instaló un campamento donde se mostró como era la vida cotidiana. Se mostraron oficios civiles y militares, como se confeccionaba una cota de maya y la evolución de la indumentaria de batalla.
Además, se preparó un taller de esgrima, y el público que se dio cita en Padules pudo conocer los trabajos de fragua, herrería, curtido de piel y como se cocinaba en la época, con fuego y cacharros de verdad. En definitiva los vecinos de Padules en colaboración con el grupo de recreación histórica Ante Bellum mostraron a los visitantes como era la vida diaria de un campamento y sus moradores en el momento histórico que se recreaba.
Paco el de Montse y Mariano El Peralta vestidos de moriscos estuvieron paseando con dos burros a varios grupos de niños, por la zona de la Rueda. Mientras, el historiador, especialista en sastrería histórica, responsable del taller de indumentaria histórica y asesor del proyecto, Francisco Martínez Botella daba todo tipo de nociones y prácticas para llevar a cabo la indumentaria que portaban los 70 vecinos que participaron en este proyecto.
Antonio Gutiérrez, alcalde de Padules se mostraba muy satisfecho de la masiva asistencia de personas a esta actividad que se ambientaba en el mes de mayo de 1570, fecha en la que fue el escenario de la firma de Las Paces entre el Rey y los moriscos alpujarreños. Don Juan de Austria, en representación de su hermano, Felipe II y el general Hernando 'El Habaquí' acordaron poner fin a la guerra que causó tanto dolor en esta tierra.
Gutiérrez también agradeció a los restaurantes de Padules el esfuerzo realizado durante meses para preparar una serie de platos con recetas originales del siglo XVI. "Se han preparado productos y comidas típicas de aquella época después de haber sido asesorados por historiadores. No se puede utilizar la patata y hay que fomentar la miel y las especias".
La Rueda también era conocida como La Moralea, porque en aquel tiempo estaba la zona llena de moreras. Gutiérrez explicaba que "mucha gente vivía en aquella época de la seda. Unos historiadores comentaron que cuando llega Don Juan de Austria la seda que se producía tenía un brillo especial y muy buena. Mando cortar las moreras para arruinar la zona. Luego se repobló con otras moreras pero ya no fue nada igual".
Paca Muñoz ofrecía ayer en uno de los puestos del campamento, naranjas, limones y albaricoques y habichuelas que se secaban y se hacían las correas para hacer potajes y los pimientos secos, tradición que todavía se conserva.
Alejandro, Pepe y Alejandro prepararon ayer un plato del siglo XVI, concretamente cordero a la miel. Francisco preparaba una vaina para una espada, trabajando un cuero tratado con cera de abeja. Mientras, Manuel Bueno y su hijo Juan Bueno mostraban muchos utensilios de labranza y del campo. "Hace unos años tuve que vender 150 colmenas después de muchos años dedicado a la apicultura", confesaba Manuel Bueno.
Aquí os dejamos algunas de las imágenes del momento:
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