lunes, 16 de diciembre de 2013

PADULES DA 14.000 COMIDAS A EXODUS


Las colas que se pueden ver en la imagen de aquí al lado no corresponden, aunque lo parezca, al reparto de comida en un campamento de refugiados de cualquier parte del mundo. Son una imagen tomada en Almería, en un punto del rodaje de la ya célebre película Exodus, dirigida por Rdieley Scott en varios lugares de la provincia.
Pues bien, una empresa almeriense y de Padules, Sabores Abad, proporcionó durante el rodaje más de 14.000 raciones de comida servida ‘in situ’ a actores, técnicos de rodaje, especialistas y cientos de secundarios o figurantes.
La productora de Exodus había contratado en Madrid los servicios de la firma de cátering ‘Rafael’, empresa de Madrid que ante el abultado número de comensales buscó en Almería una empresa para abastacerse de comida preparada.
En esa búsqueda los responsables de Rafael, y su jefe de cocina, visitaron en Padules la empresa Sabores Abad, a la que llegaron a través del distribuidor Mediterránea Alimentación. Allí comieron, visitaron las cocinas, los sistemas de envasado al vacío y conocieron las más de cien especialidades que Antonio Abad y su equipo preparan para la venta al público.
La visita fue un éxito y durante el rodaje Sabores Abad se ha encargado de reforzar el servicio de Rafael suministrando platos con comidas preparadas para los equipos de la película. Nada fácil, según Antonio Abad “porque eran entre 400 y 600 comidas diarias y además había que tener en cuenta necesidades especiales, como la alimentación para varias decenas de musulmanes, los celíacos o los diabéticos”.
La otra gran dificultad ha sido dar respuesta a una demanda siempre cambiante. De hecho “los pedidos para el día siguiente a veces nos llegaban a las nueve o las diez de la noche, y la comida tenía que estar en el lugar del rodaje a las diez o diez y media de la mañana”, explica Abad, que afirma que ha sido muy satisfactorio “comprobar la capacidad de respuesta que ha tenido la empresa ante un reto de estas características”. Eso si, para poder cumplir con esas exigencias “tuvimos que organizar un turno de noche para hacer posible que la comida estuviera a punto a las diez de la mañana”.
A la hora de comer, los integrantes del equipo de Exodus y los figurantes han tenido un amplio abanico de especialidades, la mayoría de ellas ajustadas a la Dieta Mediterránea. El grado de satisfacción, según Antonio Abad, ha sido muy alto “y de hecho los propietarios del cátering Rafael nos propusieron seguir sirviendo nuestra comida en la siguiente localización de la película en Fuerteventura, aunque el problema de la distancia y la logística ha hecho que al final tuviéramos que desistir de esa idea”.
Durante el rodaje en varias zonas de la provincia de Almería Sabores Abad ha distribuido más de 14.000 raciones de comida, repartidas entre dos primeros y dos segundos platos cada día que se trasladaban a los enclaves de rodaje y se calentaban en las cocinas de los tres camiones-cocina que el cátering madrileño desplazó a Almería.
La empresa de Padules, creada hace tres años y medio por Antonio Abad, se ha hecho mayor con esta experiencia. Nació para la preparación de comidas listas para llevar y poco a poco se ha ido haciendo un hueco en el sector de la hostelería y también entre consumidores particulares.
En este tiempo la carta de especialidades ha crecido hasta completar unos menús amplios en los que no falta casi de cada, y en los que abundan los platos tradicionales de la gastronomía almeriense. Sabores Abad produce en tres segmentos diferenciados: el primero de ellos la “cocina de cuchara” que incluye lentejas, fabes, trigo, migas o acelgas esparragadas.
El segundo segmento es la “Alta Gama” donde se pueden encontrar la paletilla de cordero, rabo de toro, codillo, manitas de cerdo, pierna de cabrito o cochinillo. La tercera es la cocina “Gran Formato” de comida variada o raciones donde se encuadran carnes en salda o con tomate, costilla a la miel, habas con jamón, jibia en salsa o berenjenas fritas entre un elevado número de platos.
Para Antonio Abad, esta oferta gastronómica “tiene el valor de ser un producto de calidad, cocinado como toda la vida, capaz de ofrecer al consumidor un producto de gran sabor y a unos precios ajustados, porque nosotros cocinamos por ellos, se lo servimos en perfecto estado, sin conervantes, todo natural”.
A su juicio, se trata de un nuevo concepto de alimentación que calará pronto porque “para mucha gente supone un ahorro sin tener que renunciar al placer de comer en casa y de disfrutar de todo el sabor de nuestra cocina”.

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